El trabajo y dinero que se invierten en la creación de una nueva aplicación para móviles, o en videojuegos, se realiza con la sana intención de ganar dinero con su comercialización.
Pero precisamente por su carácter binario estos programas pueden ser transmitidos y copiados en otra parte del mundo en segundos. Quien quiera copiarlos lo hará, pero la diferencia entre tenerlos protegidos o no es abismal. Es lo que separa la ganancia de la ruina.
Que no le pase esto a usted. Nadie puede garantizar que en ningún sitio saldrá otro programa muy inspirado en el suyo, pero al menos tenga medios para defender el resultado de su trabajo.
Le ayudamos a encontrar y poner en práctica la mejor protección legal para su creación, y a reclamar a quien intente aprovecharse de ella.